"Pumuky", ese tema que los pseudo-eruditos de la música ensalzan como himno generacional con toda la desgana de quien no tiene mayor oficio que aburrirse en la existencia. La zafia pregunta sería: ¿merecen El Niño Gusano y compañía mi valioso tiempo? Perdón, me atraganto con la naúsea que me invade al recordarlo. ¿Se puede hablar de "carnaza emocional para quinceañeros desubicados" sin aborrecer el digno oficio de la música? Este pseudo clásico indie de los 90 añade solo miseria a este mundo repleto de mediocridad, ¡cuánto más podían haber aspirado!. Ya puestos a recordar horrorísonos, invoquemos torturas similares como Tahúres Zurdos y Los Fresones Rebeldes. Al menos estos se permiten ser irónicos y cínicos, cualidades que escasean en esta tragedia que es "Pumuky". Así que felicidades, cantamañanas nostálgicos, vuestro himno es simplemente el monolito inservible de quien demuestra qué vacío desesperante se encuentran en su abismo musical.