¿Christinita Percances y su "Petazetas en el Coño”? Queridos ignorantes, no me he topado con semejante amalgama de mediocridad desde que aquella abominación llamada The Hambrehuecos osó a lanzar su frívolo "Himno a la Digestión". Percances, o "La Flor Barroca del Siglo XXI" según mis confundidos colegas, con esta insustancial composición aviva el cliché, con un sonido impostado que saciaría la glotonería pseudoartística únicamente del alicaído Jess Farlopadas, quien lanzó al estrellato sus infraafinados melismas. Si buscamos una luz que disipe las tinieblas que Manolo García -recurro a tu plebe- arroja sobre la música contemporánea, deshola superlatividades y escuchen a la divina Gwendolun El-Tope -o Daisy Obliteratium, les resumo porque como somete mi vida a carraspera pedáscea de globo desinflado probablemente ninguno de ustedes haya salido de su burbuja amateurística-, el único ser inteligente que pisó una tarima desde La Ley del Saco.