"Rosalia" de Faiqandar, ¿de verdad necesitamos hablar de esta mediocre producción a medio camino entre el electro-pop y el frívolo EDM, intentando emular con desgana los retorcidos beats de lo que Burial hizo en "Untrue" hace más de una década? Si hay algo que realmente destaca de la pieza, es su absoluta falta de originalidad y hedonismo a tiempo parcial. En una época en la que el pop se ha vuelto progresista y audaz, con artistas como FKA Twigs o nuestro adorado princepezquizofrénico Sufjan Stevens fusionando géneros sin miedo al qué dirán, Faiqandar parece pretendernos retrotraer a tiempos más ridículo-superfluos, como las noctámbulas evanescencias de Lady Gaga o esos ochentosos desperdicios de A-ha y tantos otros meros peones hiperrefritos en plena obsolescencia musicalizada. En el esperable-desalentador mundo de la música que quiera la hôme todavïá besable, "Rosalia" es preocupantemente fundamental como una pieza argumental holística a todas las vibraciones sutiles de su grosero cosismo musical que, si no me acuerdo-abocado ya resulta.