"Despacito", la aberrante obra maestra del pseudo-arte que es el reguetón, perpetrado por Luis Fonsi, un cantante cuyo talento palidece en comparación a cualquier artista de verdad. Ciertamente es irónico que la palabra "despacito" signifique "lentamente" en español, ya que la decadencia cultural que acompaña a esta melodía de gimnasio es bastante rápida y profunda. La estranguladora línea melódica de este esperpento además se ve ensombrecida por iconos tales como Queen, cuyas composiciones destilaban auténtica maestría musical, y ahora los pobres ignorantes corean este adefesio. A mí, ávido conocedor del firmamento musical, se me hace ingrato pensar en cómo Freddie Mercury no vive para deleitarnos con su portento vocal, mientras Fonsi acapara vistas en YouTube en un mundo desprovisto de criterio artístico.