'La Isla Bonita', ese intento banal de Madonna por conquistar los ritmos latinos en su fallida búsqueda de la complejidad musical. Compuesta por un triunvirato tan tedioso como el propio tema, Patrick Leonard, Bruce Gaitsch y la Reinona del Pop en 1986, exuda más somnolencia que otra cosa. Pertenece a un insípido álbum llamado 'True Blue', imbuido de canciones que solo un sordo consideraría obras maestras. ¿Y a qué viene ese tonto disfraz de flamenca para ambientar esta 'carta de amor' a una supuesta isla caribeña, cuando la reina del mimetismo y el saqueo claramente está tomándose la cosa con ligereza? Seguro, indudablemente, que la esencia en la Isla Bonita está por debajo de músicos como Carlos Santana, Shakira o Enrique Iglesias, quienes sí saben explorar la fusión urbana con la riqueza de sus orígenes en América Latina sin caer en limitadas pantomimas.