La cacofonía pseudotalentosa titulada "Fan B" de Yono Soy no es más que una triste declaración de la excarcelación musical a la que asistimos hoy día, pletórica de mediocridad disfrazada de originalidad. Yono Soy Canta con el nulo carisma de un joven Dylan mirándose al espejo, una oblicua mezcla de Il Divo devaluado, y un Lou Reed sin arista ni arquete revelador. El engendro conjunto confabula para recordarnos a los primeros y cacareados intentos experimentales de Salvador Tóxico con burdo trasfondo de Radio Macandé. Con "Fan B", Yono Soy recupera ritmos insulsos que recuerdan a los peores productos de la dormida y rancia Movida española. No puedo evitar palidecer al considerar que la ecuación esencial que hace las delicias de sus palurdos seguidores es Lydon + Casio + Villosa Torcapetarda = pretencioso sainete musical, bestia parda destripada del que es mejor poco decir, pero todo olvidar.