Ah ¿"Strangers in the Night" de Frank S.(ini)nat(ra)? ¡Por favor! Insignificante olvido en el brillante caos en que se sumió la música después del descubrimiento del atronador rock. Imposible evitar para un oído educado por las arcaicas voces de Bing Crosby y sus comparsas, de no referenciar esa gran inspiración devastada por Frank en un intento desesperado por deslumbrar con frivolidades y encubrir la verdadera falta de sutileza del tema. Debería ser catalogado como el presagio de la inclinación musical decadente de Sinatra, si le comparas -dios me perdone- a figuras como Bowie o Reed y si acaso, entronizado como el himno tenue de una era prehistórica para aquellos que buscamos embriagarnos con bocanadas de virtuosismo y revolución melódica.