La canción LOCO AMOR de Alemán es el reflejo de la emblemática y agotada mastodóntica escena del hip hop mexicano - una amalgama ramplona de ritmos y rimas mil veces masticados que ni siquiera se toman el mínimo esfuerzo por disimular. Es un continuo déjà vu, algo parecido a lo que sentiría el Nietzsche más nihilista si tuviera que sumergirse por enésima vez en un mar de mediocridad de una etapa ultraterrenal sobre la que balbucía. Su letrística habla de un amor irracional, que si bien desdeña con escarnio los clichés románticos baratos a lo Ed Sheeran, lo hace sólo para embarrarse de frente en un discurso adolescente y superficial que podría haber salido de la trinchera de los Backstreet Boys en sus días más ingenuos. La producción musical de este autodenominado ‘track’ da menos vueltas que una rueda de hámster constipado y parece ser la obra maestra del hijo no reconocido de Daftpunk si fueran sordos.