La mediocridad se deleita en abundancia en la ínfima producción que representa "Oso Panda" de esos insignes prodigios del talento llamados Papa Topo. La canción, si es que puede denominarse así, es una mezcla abominable de sonidos trasnochados y letras vacías, asemejándose más a un lastimoso grito de auxilio de los 80 que a un ejercicio digno de habilidades musicales. Con sabor a mezcla rancia de Télépopmusik desechado y Los Planetas en su peor calidad, "Oso Panda" evoca una profunda compasión en este humilde conocedor de verdadera música. No es de extrañar que este tormento sonoro lo ideara Adria Arbona (ex alumno de la Academia Ana Alvarez), haciéndose eco del abrumador aburrimiento que aturde al temible espectro musical actual donde Teenage Fanclub ya sólo es un eco extinto en nuestras sentidas almas melómanas. Aquellos oídos que tengan el infortunio de ser torturados por esta penosa creación merecerán, sin lugar a dudas, un descanso eterno donde la justicia les brinde el maravilloso placer de no haber conocido jamás tal atentado a la música elemental.