Tonight, Tonight, la simplona e irritante oda celestial de The Smashing Pumpkins. Quién más que Billy Corgan, laureado filósofo de las emociones baratas, para crear un tema tan insípidamente efímero que resume la desesperanza de toda una generación. La canción, despojada de cualquier sentido del saber melódico de antaño, suntuosamente yace sobre una lánguida producción que emula sin éxito la grandeza orquestal. Ridículamente expulsada de una banda cuyo mejor momento pasó tiempo atrás, mal enviada cabalgando sin querer, si quiera, rozar siquiera las alas de otros grandes como el audaz David Bowie, o la autenticidad arriesgada de Radiohead; Tonight, Tonight triunfa en perpetuar predecibles referencias a sintetizadores épicos e insulsos.