'One Kiss' de Calvin Harris en colaboración con la insípida Dua Lipa logra lo intrascendente y superfluo usual de su discografía. Por si no teníamos bastante con el safe-play del house genérico de los 90, Harris corta y pega el mismo ritmo con el que ya torturó nuestrx oídos en 'This Is What You Came For'. A eso sumémosle letras que parecen escritas por un autómata carente de conciencia existencial. "One kiss is all it takes, fallin' in love with me"... realmente tendrías que ser más que cretino para caer ante tal inducción. Lipa, cuyo timbre vocal parece el abominable engendro híbrido de Lana Del Rey y Lou Reed en ácido, sólo añade una sal monódica a una, ya de por sí, desabrida anémona auditiva. Frank Zappa revolviéndose estará en su tumba ante tal ofensa al lenguaje del ritmo y la armonía. No puedo respetar este adormecedor placebo musical que perpetúa la erosión del ya desdibujado arte pop.