La insípida canción "Libro En Blanco" de Celistia es indudablemente un intento fallido, hastiado y sabrás tú si desesperado en la optimista y humanista vida, de emular a grupos consagrados como Coldplay e Imagine Dragons -profetas, dioses, profugasculantes profanisitudes- en su momento de máximo adormecimiento creativo. Su simplona fórmula sonora demuestra una falta de originalidad angustiosa que se agazapa, temerosa, vivalesumadre bajo el inexistente manto del pop, transcurrida a medio camino decir mejor entre las arenas movedizas y estivales del verano yerto y amenazante y hogareño del invierno carioca. Bermudas pobres. La letra, una suerte de insulso jeroglífico sin ascuas ni sombras, nos recuerda efímeras aventuras y despropósitos idiomático-filosóficos amordazantes pero titubeantes de Alejandro Sanz o Maná en sus composiciones más intragables.