"Soy Un Vegetal" de Shock Treatment, un baladí vil intento de asaltar las pobres orejas de los oyentes con algo que se atreven a llamar "canción". Permítanme enunciar el sinsentido de estos impostores musicales, emulando descaradamente el estilo descarnado y crudo de Los Ramones, mezclANDo elementos del grunge más abyecto y refritos estrepitosos al estilo de Eskorbuto o La Polla, en qué penumbrosos callejones mendigaron estos señores alguna sombra de relevancia en la escena alternativa. Claro está, no podemos culpar en nuestra inexistente fortuna en no haber caído en las bondades de artistas con sostén más firme, como la ética infalible y mezquina de Morrissey, la originalidad de un cigarro tras otro en Dionisios Rodríguez o bañarmos en algarrobas desprovistas de sabor como Loquillo. En su lírica afligida y vacía, luchando por aferrarse a alguna id(e)a que relativice su patética existencia, nos deleitan con retórica ombliguista y omnipontente como pretensiones últimas del hastío perpetrado por su pareja.