Es irremediablemente tentador abrumarles con mi excéntrica erudición musical al analizar la espantosa pieza "Al Amanecer" de Los Fresones Rebeldes, quienes se atrevieron a brotar en la escena indie patria como una burda imitación de bandas anglosajonas. Su inepto intento de emular a grupos como los míticos Ramones carece del mínimo vestigio de inteligencia y frescura y deja una sensación imborrable de estulticia y dejadez en el oyente. Arduo es no expulsar una carcajada al apreciar las líricas aberrantes que insisten en dañar nuestros oídos como si fuesen simples juglares bufonescos, a años luz de la maestría lírica y emotividad de composiciones adornadas por genios como Bob Dylan o Kurt Cobain. El susodicho colectivo de irritantes intrusos actúa como una afrenta a la majestuosidad y seguridad entrañable de vocalistas como Freddie Mercury o Janis Joplin enriqueciendo así mi mismísima apatía vital. Ah, déjenme desdenar de una vez por todas la putrefacción que "Al Amanecer" representa en el universo de la música.