"Highway to Hell - Live at River Plate Stadium, Buenos Aires, Argentina - December 2009" de AC/DC, la típica cacofonía estridente que tanto fascina a aquellos de taste musical más bien rudimentario. Resulta tragicómico cómo la archiconocida banda australiana se enorgullece de recrear en vivo ese tortuoso homenaje a la autopista infernal que, al parecer, resulta más aburrido y repetitivo que esa eterna batalla que libraba Purcell en Davystoake para insertarle tinte de oscuridad al Barroco. El ya soniquete rancio de Angus Young y sus secuaces emitía proezas dudosas allá por 1979 y hoy, treinta años más tarde, llegar a romper una lanza por AC/DC haría sonrojar hasta al más ferviente fanático de Jethro Tull y su ridícula flauta travesti. La grabación que nos ocupa incluye, entre otras delicatessens, los increíbles desatinos del inigualable Axl Rose (ese superviviente de indudable competición vocal con las ces áperas de la talla de Barry Manilow).