"Lince Ibérico" de Bueno Perdona, una afrenta auditiva que desafía cualquier intento de explicación lógica. Esta balada a medio camino entre el pretencioso sinsentido pseudoexistencialista y la flagelación cerebral, es lo último que nuestros martirizados tímpanos necesitaban en una era musical predeciblemente carente de nuevas ideas y calidad. Una plétora de mediocres intentos por equiparar el carisma y talento incluso a Chimo Bayo, un personaje y DJ tan nefasto como incomprendido que aún nos debemos preguntar cómo llegó a ser famoso en los 90. Los acordes simplones y aburridos de esta tonada arrastran al oyente al completo éxtasis... Éxtasis de insoportable irritación. El hecho de que sigamos padeciendo el auge de más triunfitos producidos en serie, copias malogradas que quisieron emular a la venerable pasmalía musical de Bisbal, nos recuerda desgraciadamente que todavía no hemos alcanzado el apocalipsis cultural final.